29 de setembre del 2019

Monasterio de Poblet


Trobada dels “AMICS DEL PARE MANYANET”

Aquest any… al Monestir de Poblet



Un cop més una colla de bons amics s’han trobat aquest any 2019.
El lloc,  el Monestir de Poblet, on s’ha fet una visita cultural i després gaudir d’un dinar a la Fonda Àngels de Montblanc.
Molt a explicar, riure , recordar i intercanviar.
En resum, moltes emocions.
I… a reveure








Visitar el Monasterio de Poblet (Tarragona)

El Monasterio de Poblet, ubicado en la comarca de la Conca de Barberà (Tarragona), es una de las abadías más importantes de Cataluña y de toda Europa. No en vano, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Aunque actualmente sigue siendo habitado por una comunidad de casi treinta monjes, buena parte de los espacios del enorme complejo monástico están abiertos al público.

Breve historia del Monasterio de Poblet

El Reial Monestir de Santa Maria de Poblet fue fundado en el 1150 por orden del conde Ramón Berenguer IV. Los primeros monjes en instalarse eran cistercienses y provenían de la abadía de Fontfroide, en Francia. El monasterio, que siempre contó con la protección de la Corona de Aragón y de importantes familias nobles, vivió su máximo apogeo tras construirse el Panteón Real (1340) por mandato de Pedro el Ceremonioso. Él mismo, y otros grandes reyes, yacen allí.
Con el declive de la Casa Real de Aragón, la pérdida de monjes y, especialmente, la desamortización de Mendizábal de 1835, el Monasterio cayó en el abandono y fue expoliado. Sin embargo, en 1940 un grupo de monjes cistercienses llegados de Italia recuperaron la vida monástica y lo hicieron resurgir (actualmente vive una comunidad de 25 monjes benedictinos). Reconstruido y protegido por la UNESCO, el Monasterio de Poblet es hoy un lugar de visita obligada en Cataluña.

Visita al Monasterio de Poblet

La visita al Monestir de Poblet puede realizarse de dos formas: por libre o en grupo guiado. Para la visita por libre se adquiere un folleto explicativo con mapa incluido disponible en varios idiomas. No hay audio-guías. En cuanto a las visitas con guía, se realizan en castellano o catalán en horarios variables, y tienen una duración de una hora.

Exterior

Desde la oficina de información (y venta de tickets) hay unos 200 m hasta la entrada principal del monasterio. En esta amplia recta ya se puede ver la inmensidad del conjunto. Antes de llegar a la fachada principal esta la Capilla de San Jorge (s.XV), la Puerta Dorada (s.XV) y la Capilla de Santa Catalina (1250), además de varios edificios más modernos, como la cafetería o la Hospedería de Poblet, espacio ocupado en otros tiempos por el hospital de pobres y peregrinos, del que solo se conserva el portal de acceso.
Desde la Plaza del Monasterio a mano derecha, el Palacio del Abad (s.XVIII), de estilo renacentista. Pero el protagonismo aquí es para la gran fachada del monasterio, formada por una muralla de 11 m, cuatro torres y la portada barroca de la iglesia (s.XVII).






Piso inferior

Las dos primeras salas que se visitan son dos enormes espacios abovedados que sirvieron como dormitorio y comedor para los hermanos conversos (o legos). Sin embargo, con la progresiva pérdida de esta figura en los monasterios, ambas salas fueron adaptadas como lagar y bodega respectivamente. No quedan elementos originales que recuerden esos tiempos, pero aún se puede observar en el suelo el canalón que transportaba el mosto de una sala a otra.

                                      

El recorrido prosigue por el claustro mayor, en torno al cual se organiza la vida monástica. Destaca el templete del lavabo (lavatorium) del s.XII, donde los monjes se lavaban las manos antes de comer.





Las galerías abovedadas y la zona ajardinada pueden recorrerse libremente y también se puede entrar en dos salas: la antigua cocina, que solo conserva el hogar y algunos objetos de exposición, y el calefactorio, una pequeña sala que servía para calentarse en los días más fríos.

                                        

Hay otras tres salas junto al claustro a las que no se puede acceder, pero que se pueden ver desde el umbral. La más impactante es el refectorio de los monjes, que sigue siendo el comedor principal del monasterio en nuestros días. También siguen en uso la sala capitular, donde los monjes se reúnen para leer los capítulos de la Regla de San Benito, y la biblioteca (antiguo scriptorium), su espacio de lectura, estudio y trabajo.

Piso superior

Un pequeño tramo de escaleras os llevará directamente al dormitorio de los monjes, uno de los más grandes del mundo (87 m de largo). Aunque está completamente vacío (o quizá por eso) es un lugar que impresiona.


El dormitorio está conectado con el sobreclaustro, una galería del desaparecido claustro superior. Se puede recorrer entero y es el sitio perfecto para admirar el campanario y el cimborrio de la iglesia, además de la zona del claustro inferior.



Iglesia

Desde el sobreclaustro hay que volver al dormitorio para llegar a la Iglesia mayor (s.XII). Allí os esperará la joya de la corona: el Panteón Real; un conjunto de tumbas de diferentes condes y reyes de la corona Catalano aragonesa. Construidos entre los siglos XIV y XV sobre dos arcos rebajados en la zona del crucero, los sepulcros reales de Poblet albergan los restos de Jaime I el Conquistador, Martín I el Humano, Pedro III el Ceremonioso, Alfonso V el Magnánimo, etc.

Finalizando ya la visita, no hay que olvidarse del enorme retablo renacentista de Damià Forment (s.XVI) realizado en alabastro, donde se puede ver la imagen de Santa María de Poblet, además de otros motivos religiosos clásicos. En esta zona sobresale el enorme órgano de 2012, construido por una importante firma suiza, y una capilla dedicada a una familia noble.



                                                  

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